Agricultura
La cal, la piedra caliza, la dolomita y otros minerales se utilizan en agricultura y silvicultura tanto para corregir la acidez del suelo como para añadir nutrientes que contienen magnesio y calcio. Estos nutrientes son esenciales para favorecer el crecimiento de las plantas y para mejorar el rendimiento de los cultivos. Esto, a su vez, permite ahorrar espacio y reducir el impacto de la agricultura intensiva (con fertilizantes) en el medio ambiente, por ejemplo, mediante contaminación de las aguas subterráneas.